Señoras, señores….
Yo creo que es sensato que empecemos a evitar el “pero”. “pero….,nada. No nos favorece, créanme, confíen en lo que les digo.
El “pero” nos pone en una situación en la que no podrán salir ilesos. El
“pero”, no es indoloro, es verdaderamente un arma letal, de doble filo. Es una escopeta que podria derribarte de un
culatazo cuando la dispares. Si ustedes
blanden un “pero”, va a venir un jinete de pronta estocada y les va a meter el “pero”
en el orto. Cómo “pero”? O peor “peeeeeeeero”. No, pero nada. Las cosas que
están, están, y lo que es sencillamente, es. El pero jetonea la falta, y ningún
ser sensato expondría sus faltas y debilidades de esa manera. Es biológicamente
incorrecto exponerse asi. Si escuchas
una alabanza de lo flaco que estás no digas, si, pero, sabés lo que me costó?.
No, porque el contraataque puede ser, “si, la verdad es que se te nota, estás
más arrugada”.
Y peor que
peor, el pero del otro. Está trabajando, va a fiestas, “si, pero está solo/a”. Y
vos, serás linda, pero tenés cara de chota. Y vos sos estás casada pero estás
obsesionada con la limpieza y sacar la basura.
No, no te
expongas al pero, creéme, es al pero.
Exaspera el pero, desespera. El vaso está medio vacío, pero, medio
lleno. No. Chupáte de un saque lo medio lleno del vaso, pero, si mañana no hay
que te chupe un huevo. Sin peros.
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